Kant: Conciencia moral, Razón y Libertad - TrascendentalMente: Psicología y Comunicación

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sábado, 13 de marzo de 2021

Kant: Conciencia moral, Razón y Libertad


Kant: Conciencia moral, Razón y Libertad



Filosofía kantiana: crítica de la razón pura y crítica a la razón práctica

En “Critica de la razón pura”, Kant se ocupa del uso legítimo de la razón en el orden de conocer; en “Critica de la razón práctica” la atención recae en la legitimidad del uso de la razón en el orden de actuar.



La libertad según Kant

Tomemos el postulado de la libertad como ejemplo: desde el punto de vista empírico no hay fenómeno que corresponda al concepto de libertad. Este es un concepto puro, un postulado de la razón. Lo que si observamos en la experiencia es un total determinismo: todo fenómeno es causado por fenómenos anteriores y el es, a su vez, la causa de fenómenos posteriores.



Observamos, pues, un mecanismo causal que tiene rango de ley natural. Para la pregunta acerca de si hay en el mundo un acto que no sea provocado por acción de esta cadena causal, la división kantiana entre el “mundo sensible” y el “mundo inteligible”, podría responder esa pregunta.



Distinción entre fenómeno y cosa en sí (noúmeno) de Kant


La distinción que hace Kant entre fenómeno y cosa en si (noúmeno) hace compatibles dos puntos de vista antitéticos: 

  • 1) el punto de vista de la ciencia natural, según la cual no hay otra cosa en la naturaleza que un estricto mecanismo causal y 
  • 2) el punto de vista de la moral, para la cual la libertad es una condición de nuestra voluntad cuando quiere obrar moralmente. 

Según Kant, el primer punto de vista corresponde al mundo suprasensible (fenoménico) que se puede conocer, mientras que el segundo punto de vista corresponde al mundo suprasensible o “nouménico”, esto es el mundo del pensamiento, que no puede ser conocido. Ahora bien, los seres humanos pertenecemos a los dos mundos y, por lo tanto, no hay contradicción en que una cosa en el fenómeno este sometida a ciertas leyes de las que ella misma, como cosa o ser en sí mismo, sea independiente. 



Causalidad de la naturaleza y Libertad de Kant

El ser humano, como ser natural, está sujeto a la causalidad de la naturaleza; pero como ser racional, es independiente de dicha causalidad y puede pensarse, por lo tanto, sin contradicción, como inicio de una serie causal a partir de su voluntad libre. Por esta libertad el sujeto mostrara una mayor legislación, ya sabemos que es activo y protagonista en el ámbito de la acción.



Dice esto porque el ser humano, como ser natural, está sujeto –sin excepción– a la causalidad de la naturaleza; pero como ser racional, es independiente de dicha causalidad y puede pensarse, por lo tanto, sin contradicción como inicio de una serie causal a partir de su voluntad libre (no determinada por nada más que por ella misma).La distinción que introduce Kant entre fenómeno y cosa en sí (noúmeno) hace compatibles dos puntos de vista antitéticos: 


  • 1) el punto de vista de la ciencia natural, según el cual no hay otra cosa en la naturaleza más que un estricto mecanismo causal, sin acciones libres o incondicionadas; y 
  • 2) el punto de vista de la moral, para el cual la libertad es una condición de nuestra voluntad cuando quiere obrar moralmente. Según Kant, el primer punto de vista describe al mundo sensible, fenoménico, que se puede conocer; mientras que el segundo punto de vista corresponde al mundo suprasensible o “nouménico”, esto es, el mundo del pensamiento, que no puede ser conocido.



Libertad vs Moralidad de Kant

La posibilidad de la libertad no puede ser explicada, puesto que solo hay explicación de lo fenoménico pero sí puede, y debe, ser defendida. El criterio de la experiencia que hace imposible demostrar la libertad es el mismo criterio que impide negarla. Sin embargo, no podemos permanecer en la indecisión, debemos inclinar la balanza hacia la respuesta afirmativa, defendiendo la posibilidad de la libertad como un postulado de la razón práctica. 



De lo contrario, no tendría sentido la moralidad misma. Sobre la base de que somos libres tiene sentido la preocupación de cómo debemos actuar ya que si estuviésemos determinados por la naturaleza, cualquier acción que elijamos estaría decidido por la ley natural. Así, el proyecto crítico de Kant conduce a la fundamentación de la ética.



El deber según Kant

La postulación de la libertad como fundamento posible de la acción humana hace del sujeto algo más que un mero producto de la causalidad natural: lo convierte en legislador del mundo moral. Kant, así, coloca al sujeto del lado de la libertad y a la libertad del lado del sujeto.



Kant no entiende a la libertad como ausencia de limitaciones, sino que somos libres cuando actuamos moralmente, es decir, determinados por el deber. El deber limita a la voluntad y las posibilidades de acción: solo algunas acciones son correctas. La libertad se pone en juego cuando optamos por el deber en vez de conducirnos con la ley de la naturaleza. 

Según Kant no hay contrasentido, el estar obligado a hacer algo no mella la libertad si es que esa misma obligación proviene de nosotros (auto-legislación del campo moral o autonomía). 



Conciencia moral e inclinaciones

La dimensión práctica de la razón incumbe al campo del actuar humano. Cuando actuamos no somos mera incompetencia o pura ignorancia: poseemos un saber, un “conocimiento moral ordinario”. Es un saber ingenuo, inocente e insuficiente. Un saber que no es “ético filosófico.”

Aquel saber ingenuo se resume en la consideración de que el seguimiento irrestricto de un principio moral entra en contradicción con la tendencia a satisfacer las necesidades naturales y las “inclinaciones.”

El sujeto se desdobla entre su condición cognoscente y su condición actuante. Esta división está sustentada en la siguiente constatación: en el campo de actuar, al contrario de lo que ocurre en el ámbito de conocer, llegamos a tener un contacto con lo incondicionado. Esta relación se da, según Kant, a través de la conciencia moral, que es la conciencia de lo que debemos hacer y de lo que no debemos hacer, por lo que la ética kantiana se define como Deontológica, por que coloca en el centro de su preocupación la tematización del deber (=deon). 


La conciencia moral ORDENA-MANDA-EXIGE LA FORMA QUE TODA ACCION DEBE ADOPTAR EN TODOS LOS CASOS.


La conciencia moral es una conciencia que exige de modo absoluto, y esto significa que nos ordena hacer algo de forma incondicionado, es decir, algo que no está sometido a condición alguna. No dice “debo hacer algo para agradar a fulano” sino que ordena “hacer algo por que es mi deber hacerlo” más allá de todo condicionamiento.

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