¿Cuál es el aporte de Hegel? La dialéctica hegeliana - TrascendentalMente: Psicología y Comunicación

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domingo, 14 de marzo de 2021

¿Cuál es el aporte de Hegel? La dialéctica hegeliana

¿Cuál es el aporte de Hegel? La dialéctica hegeliana

¿Cuál es el aporte de Hegel? La dialéctica hegeliana


 El deseo según Hegel

La relación primaria del sujeto hegeliano con el mundo no es en términos de contemplación o de pensamiento, sino de deseo. Este es lo esencial de la autoconciencia y siempre la acompaña. Por eso decimos que sin deseo no hay sujeto.

Hay dos tipos de deseo:

● El deseo animal: es el deseo de cosas, cosas naturales, materiales, que son devoradas y aniquiladas.

● El deseo humano: es el deseo del deseo del otro, es decir, el deseo de que el otro lo reconozca como su superior, que se le someta.



¿Qué es la dialéctica hegeliana?



La dialéctica del amo y el esclavo

Plantea el origen de la historia humana. Para Hegel, la historia comienza cuando se enfrentan dos deseos, dos conciencias deseantes.

El impulso de la autoconciencia, su “motor” en este proceso que apunta al reconocimiento mutuo, es la necesidad de mostrarse como un ser libre y que el otro lo reconozca como tal. “Mostrarse” equivale a demostrar la propia esencia: probar que la libertad es un rasgo esencial de ese ser autoconsciente.

La dialéctica del amo y el esclavo es el proceso por el cual las autoconciencias (todavía no constituidas plenamente como tales) buscan demostrarle, cada una a la otra, su libertad. Lo cual se prueba arriesgando la propia vida, evidenciando cuán poco importante es para ellas esta y cuánto, en cambio, valoran su libertad.

El objetivo de la autoconciencia, en definitiva, es demostrar su propia independencia, su autonomía. Hegel se está refiriendo al objeto sensible, la cosa, la coseidad, el mundo, la vida (serían todos sinónimos grosso modo), El carácter de "cosa" de las cosas.

Pero lo esencial es que entiendan que hay una tercera cosa entre las autoconciencias, el hecho de que aparezcan como un ser "independiente vuelve esclavo de nosotros, Quien prefiere aferrarse a lo objetivo, a la vida. Por eso dice Hegel que la cosa, el ser independiente, "media" la relación entre el amo y el esclavo. Cada uno es lo que es (amo o esclavo) en función de cómo se relacione con esa tercera cosa

Primera mediación: AMO - COSA (o "ser independiente") ESCLAVO

1) AMO - COSA --> ESCLAVO

2) AMO <-- ESCLAVO --> COSA

El amo sólo goza, no trabaja. Él no ejerce ninguna mediación

Ambas autoconciencias son en algún sentido dependientes e independientes a la vez, Hasta el amo depende del esclavo para comer!, hace con el esclavo lo que Kant había prohibido: usar al otro SOLO como un medio. Incluso hay quien vio en la relación amo/esclavo la misma relación entre la parte racional del ser humano y su parte natural. Por eso se puede decir que amo y esclavo son dos dimensiones de la misma autoconciencia. Actuar moralmente para Kant de alguna manera supone probar que no somos un mero ser natural, que no nos guían las inclinaciones


Satisfacción de la autoconciencia

En el consumo del objeto, la autoconciencia demuestra la nulidad del objeto y, con ello, su propia independencia con respecto a él.

El problema con el consumo del objeto (es decir, en cuanto al deseo animal) es que cada vez que el sujeto incorpora, devorándolo, su objeto de deseo, lo que consigue es una satisfacción pasajera, que no da cuenta del carácter substancial de su propia autosuficiencia.

Lo que la autoconciencia descubre en este momento es que solo un “objeto “que pueda negarse a sí mismo y se ponga a su disposición puede permitirle, gracias a ello, alcanzar la satisfacción de su propia independencia. Esto a su vez es posible solo cuando otra autoconciencia se piensa a sí misma como nada, me reconoce a mi solo, y de esta manera me permite encontrar nada más que a mí reflejado en ella.


El “reconocimiento”

El reconocimiento es algo que solo otra autoconciencia podría dar (es de autoconciencia a autoconciencia) y surge del deseo propiamente humano. La autoconciencia sólo es tal en la medida en que entra en el movimiento del reconocimiento, sí no, no podría superar la etapa meramente animal.

Pero esto lo sabe el filósofo, no la conciencia que hace la experiencia. Hegel dice que es una “trabazón multilateral (tiene muchos lados, aspectos) multívoca (tiene muchos significados). Entonces, el reconocimiento tiene una estructura compleja: cuando dos sujetos se reconocen mutuamente, hay entre ellos tanto identidad como no-identidad, tanto unidad como diferencia:

● Cada uno reconoce al otro como igual a él, ambos son autoconciencias libres y se saben de la misma naturaleza espiritual. En este aspecto prima la identidad.

● Cuando reconocemos a otro individuo como un yo, entendemos que ese individuo es un ser independiente y auto-determinado. Lo reconocemos como otro yo, como un yo distinto al nuestro. Aquí importa la diferencia.

Sin embargo, lo determinante en última instancia es la identidad. Por eso decimos que es la “unidad en la diferencia”. El reconocimiento admite la diferencia pero al mismo tiempo la supera, estableciendo de este modo una comunidad, un nosotros.


La negación de la vida como prueba de la libertad

Pero el reconocimiento no llega inmediatamente. La autoconciencia se encuentra con otra autoconciencia que busca exactamente lo mismo que ella (aunque ninguna de las dos lo sepa).

La negación de la vida como prueba de la libertad

Ambas autoconciencias buscan demostrarle a la otra su independencia con respecto al objeto sensible, al mundo. Las dos quieren demostrar que lo que las define es la libertad, no la vida. Entonces, lo que el otro reconoce en mi es mi autoridad sobre mí mismo, mi no ser un mero animal, sino un ser singular.

El modo de demostrar esa independencia con respecto a la vida consiste en arriesgar la propia vida, demostrando que es un ser “espiritual”.



La lucha a vida o muerte


La lucha a vida o muerte


Dos acciones estructuran la lucha a vida o muerte:

● Intentar matar al otro, su aniquilación.

● Arriesgar la propia vida.

El primer encuentro de las autoconciencias mostrará un escenario de pura rivalidad sin reconocimiento mutuo ni mucho menos conciliación. Lo que se evidencia es una total “desigualdad”. Esta, solo se resolverá en la lucha a muerte.

Sin embargo, la muerte del otro significaría también la propia ruina, o por lo menos el fracaso en la búsqueda de ser reconocido por otro sujeto como una autoconciencia independiente, pues quienes están muertos ya no pueden reconocer a nadie.

Por lo tanto, la lucha no tiende exactamente la muerte del otro, sino que ese otro se rinda por miedo a morir, que prefiera la vida antes que la muerte y, con ello, la sumisión antes que la libertad. Entonces, la lucha se resuelve, porque una de las dos conciencias tiene miedo: miedo  a la muerte. Es más fuerte su terror a morir que el deseo a ser reconocido por el otro.

De esta manera, quien vence, quien ha arriesgado su vida al punto de preferir morir antes que verse sometido por el otro, se convierte en el señor o amo, la conciencia “independiente”. Quien se ha aferrado a la vida poniendo en riesgo su libertad, será siervo o esclavo, la conciencia dependiente”.

El señor, quien domina porque su deseo de ser reconocido fue más fuerte que su miedo a morir, es reconocido por el siervo, pero no reconoce a este como una autoconciencia libre, independiente.



El trabajo según Hegel

Sin embargo, el amo queda en total insatisfacción porque el siervo, no es capaz de brindarle al señor lo que este buscaba: un reconocimiento auténtico, el reconocimiento de un igual. 

Por lo tanto, el amo queda insatisfecho, ya que queda reconocido por un mero esclavo, alguien que tuvo miedo a morir.

  • El amo queda paralizado en esta derrota y lo pone al esclavo a trabajar para el.
  • El siervo le provee todos los objetos que necesita para consumir. 

El objeto que la autoconciencia devoraba y aniquilaba, ahora es consumido por el señor a través del siervo, es decir, el amo tiene una relación mediada con el objeto. El siervo es ahora quien “niega” al objeto al elaborarlo en su trabajo para el señor, y tiene una relación no-mediada, directa con su producto.

Así, el amo engorda, recibe lo que el esclavo le da y se transforma en un ser ocioso. Su satisfacción se convierte en “goce”, pura satisfacción sin negación, porque aniquila al objeto y necesita otro para satisfacerse, y otro, y otro. Así, queda confinado a la pasividad.

Por el lado del siervo, el deseo es olvidado. El trabajo es “deseo reprimido”: el siervo debe contener su deseo porque su trabajo, su relación con el objeto, está al servicio del deseo del amo, no del suyo propio.



¿Quién crea la cultura según Hegel?

La independencia de la conciencia se desarrollara por vía del siervo, a través de su trabajo productor de cultura (la cultura es el trabajo que el hombre ejerce sobre la naturaleza). 

¿Quién crea la cultura según Hegel?

Al trabajar la materia, el siervo produce cultura. Allí reconocerá su marca personal en la obra producida y con ello su capacidad de negar el objeto, de dominar la cosa, de ser señor sobre el mundo natural, no ya consumiendo los objetos sensibles, sino transformándolos con su trabajo. 

Por eso, el trabajo es un trabajo formativo, porque es productor de cultura y porque el esclavo descubre que tiene una relación creativa con la naturaleza. El esclavo se ve a sí mismo en el objeto que crea, ya que al poner su idea y su esfuerzo, la cosa lo espeja y le pertenece.

Hegel nos está indicando que la historia continua gracias al siervo y a su producción, no gracias a la ociosidad del señor.



Libertad

Esto le permite al esclavo sentirse más humano que el amo, y descubre en el trabajo su libertad: en Hegel el trabajo humaniza. Mediante su trabajo, se crea como sujeto y se hace plenamente consciente de ello.

Pero la libertad a la que llegará el siervo en un primer momento será solamente una libertad en el pensamiento, pues su condición de servidumbre material persistirá. Habrá que esperar mucho todavía hasta que esa independencia del sujeto llegue a realizarse efectivamente a través de una comunidad de pleno reconocimiento mutuo (igualitario), esto es, para Hegel, el Estado Moderno.



El Estado moderno

Ese Estado, en el que todos los individuos son reconocidos como iguales (como igualmente libres), es el Estado Moderno, porque en él existe por primera vez una Constitución que garantiza la igualdad de todos ante la ley y le otorga los mismos derechos y garantías a todos los ciudadanos. En este Estado, la esclavitud se encuentra abolida, superada. El trabajo ya no es forzado, sino que se basa en la libre elección personal.

En resumen, el siervo vive tres experiencias:

● Angustia.

● Servidumbre.

● Trabajo formativo.

Hegel muestra que la autoconciencia es un logro, que por tanto puede no producirse, y que la condición fundamental para que se produzca es la existencia de un marco intersubjetivo, un “nosotros”.



El sistema filosófico de Hegel

Hegel se propone a través de su sistema, reconstruir con el pensamiento toda la “realidad”. 

Realidad” tiene que ser considerado en su sentido más amplio: toda la historia de la producción humana, desde sus formas más elementales y abstractas hasta las más ricas y determinadas tienen un sentido dialéctico.


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