El psiquismo y el psicoanálisis de Freud
Notas sobre el concepto de lo inconsciente en el psicoanálisis – Freud
Una representación, puede estar ahora presente en mi conciencia y un momento después desaparecer de ella; puede reaflorar intacta después de un intervalo, y hacerlo, desde el recuerdo. Es para dar razón de este hecho que nos vemos llevados a suponer que la representación ha estado presente en nuestro espíritu también durante el intervalo, aunque latente en cuanto a conciencia.
Llamemos consciente a la representación que está presente en nuestra conciencia y de la que nos percatamos.
A las representaciones latentes, si es que tenemos fundamentos para suponer que están en la vida anímica, habremos de denotarlas con el termino inconsciente. Una representación inconsciente es una de la que nosotros no nos percatamos. El experimento de la sugestión poshipnotica nos enseña a insistir en la importancia del distingo entre consciente e inconsciente .
La vida anímica del paciente histérico rebosa de estos pensamientos eficientes, pero icc, de ellos provienen todos los síntomas. La mente histérica está gobernada por representaciones icc.
(si una mujer vomita, acaso lo haga desde la idea de estar embarazada. Pero ella no tiene noticia alguna de esta idea, aunque se la puede descubrir fácilmente en su vida anímica mediante uno de los procedimientos técnicos del psicoanálisis y hacerla consciente).
Análisis de fenómenos neuróticos
Del análisis de fenómenos neuróticos aprendemos que un pensamiento latente o icc no necesariamente es débil, y que su presencia en la vida anímica admite pruebas indirectas de la mayor fuerza, equivalente casi a la prueba directa brindada por la cc.
Hay ciertos pensamientos latentes que no penetran en la conciencia, por intensos que sean. Llamamos preconscientes a esos pensamientos latentes del primer grupo, mientras que reservamos el termino icc para el segundo grupo.
El termino icc recibe un significado más amplio. No solo designa pensamientos latentes en general, sino, en particular, pensamiento con un cierto carácter dinámico, a saber, aquellos que a pesar de su intensidad y su acción eficiente se mantienen alejados de la cc.
Hemos hallado un preconsciente eficiente, que sin dificultad pasa a la conciencia, y un inconsciente eficiente, que permanece inconsciente y parece estar cortado de la conciencia.
Al producto de lo icc eficaz, en modo alguno le es imposible penetrar en la conciencia, más para ello es necesario cierto gasto de esfuerzo. Si lo intentamos en nosotros mismos, recibimos el nítido sentimiento de una defensa, y si lo provocamos en un paciente, recibimos los más indiscutibles indicios de lo que llamamos su resistencia a ello.
El pensamiento icc es excluido de la conciencia por unas fuerzas que se contraponen a su aceptación, mientras que no estorban a otros pensamientos, los preconscientes.
¿Por qué rechazamos el inconsciente?
El rechazo de pensamientos icc es provocado por las tendencias corporizadas en su contenido. Lo icc es una fase regular e inevitable en los procesos que fundan nuestra actividad psíquica; todo acto psíquico comienza como icc y puede permanecer tal, o bien avanzar desarrollándose hasta la conciencia, según que tropiece o no con una resistencia. El distinto entre actividad precc y inconsciente se establece después que ha entrado en juego la defensa.
El psicoanálisis se funda en el análisis de los sueños
Un itinerario de pensamiento fue despertado por la actividad mental del día y ha retenido algo de su capacidad eficiente; en virtud de esta, ha escapado a la disminución general del interés, la cual es la introducción al dormir y su preparación mental. Durante la noche, este itinerario de pensamiento consigue hallar conexión con uno de los deseos icc que han estado siempre presentes desde la infancia en la vida anímica del soñante, pero por lo común, reprimidos y excluidos de la conciencia. Entonces, en virtud de la fuerza que les presta ese apoyo icc, estos pensamientos, pueden devenir otra vez eficientes y aflorar a la cc en la forma de un sueño.
Han ocurrido tres cosas:
1)Los pensamientos han experimentado una mudanza, un disfraz y una desconfiguración, que constituye la parte del socio icc.
2)Los pensamientos han conseguido investir la cc en un momento en que no debía serles ello posible.
3)Un fragmento de lo icc ha aflorado en la cc, cosa que de ordinario le habría resultado imposible.
Hemos aprendido el arte de descubrir los restos diurnos y los pensamientos oníricos latentes, por su comparación con el contenido manifiesto del sueño somos capaces de formarnos un juicio sobre las migraciones por las que han atravesado y sobre el modo en que estas sobrevinieron.
Los pensamientos oníricos latentes no se diferencias en nada de los productos de nuestra actividad anímica consciente ordinaria. Merecen el nombre de pensamientos preconscientes y de hecho pueden haber sido cc en algún momento de la vigilia.
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